EUROPA
PRESS
27 julio
2018
Las
temperaturas veraniegas hacen que el cabello sufra más
Las estaciones con temperaturas
extremas, verano e invierno fundamentalmente, provocan que el aspecto del
cabello sufra más, según ha explicado la dermatóloga del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, la doctora Mercedes Morillo.
"El frío del invierno y el calor del verano son
agresiones externas para el tallo piloso y hace que el cabellos se haga más
quebradizo, encrespado, con tendencia a las roturas y con un peor aspecto
global", ha indicado Morillo.
En el período estival en concreto, es necesario resaltar el
papel que la radiación ultravioleta tiene sobre la cutícula, la capa más
externa del cabello, que lo reviste y protege. La desgasta y, en consecuencia,
el cabello se hace más quebradizo y tiene menos brillo.
No obstante, el período estival es perjudicial no sólo para
el aspecto del cabello, sino también para su salud. El tallo de los cabellos
contiene fibras de queratina que son muy sensibles al sol y al calor.
En cuanto al agua de las piscinas y al agua del mar, el
cloro y el sulfato de cobre presentes en las primeras, dañan las fibras
capilares y modifican su color: convierten los cabellos rubios y blancos en
verdes y el resto tendrán reflejos verdosos.
Respecto a la sal del mar, reseca y modifica, aunque de
forma más leve, los colores del cabello. Así, es necesario enjuagar bien el
cabello con agua sin agentes dañinos tras un baño en cualquiera de estos
sitios.
Por lo tanto, "es importante llevar sombreros o
pañuelos para protegernos el cabello del sol", ha recomendado la experta,
que ha añadido que "como nos solemos mojar con frecuencia el cuero
cabelludo, hay que secar el cabello de forma natural o con secador, pero a baja
temperatura y difumando el calor".
La razón es que "si empleamos temperatura elevada y en
una misma zona se formará el llamado pelo burbuja, por la entrada de espacios
de aire en el tallo piloso y será muy fácil que se fracture".
Sin embargo, la también dermatóloga del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, la doctora Amalia Pérez Gil,
ha recomendado limitar la exposición del cabello a fuentes de calor extremo en
esta época del año. Se refiere a "secadores y planchas que también dañan
la estructura pilosa".
Hay más maneras de cuidar el cabello. La doctora Pérez Gil,
ha destacado diversos productos específicos para proteger el cabello de sol y
factores adversos estivales en general, como cloro, salitre o viento. La
composición de estos productos "está basada fundamentalmente en aceites
naturales hidratantes y reparadores, como el aceite de argán, de mango o de
sésamo" y "proteínas, vitaminas y filtros solares".
Según la experta, "estos productos evitan la
deshidratación del cabello y aseguran una hidratación y reparación de la fibra
capilar en profundidad. También ayudan a conservar el color de cabellos
tintados y cuidan el que está decolorado con mechas, tan sensible a estas
condiciones ambientales".
La doctora Pérez se ha referido también al uso de champús y tratamientos hidratantes "para después del
sol que ayuden a reparar la fibra capilar y no sumen daño a la misma". Las
diversas gamas solares que pueden encontrarse en el mercado contemplan cremas
acondicionadoras, mascarillas, sérum o fluidos
post-solares.